Cruzarse con un gato negro, pasar por debajo de una escalera, barrer los pies a alguien o coincidir con el número trece puede ser la peor pesadilla de un supersticioso voraz. Pero, ¿qué hay de levantarse con el pie izquierdo? Se convierte en el culpable de un día entero de males.

Levantarse con mal pie siempre ha estado ligado a la mala suerte y un poco de mal humor. Es difícil explicar si tiene mucho de mito o parte de realidad, pero los chakras no están de su parte.

📍¡ES TU TURNO!

Empieza el día pisando fuerte con tus sandalias favoritas en NUESTRA TIENDA y no juegues con la suerte. Seguimos con las rebajas de hasta un 40 %

Antiguamente cualquier cosa zurda se consideraba antinatural, una idea que partía de una mayoría diestra. Todo se remonta a la tradición bíblica y la religión, donde la derecha era el camino hacia el paraíso y la posición en la que se sentaban “los elegidos por Dios”.

Pero todos los caminos llevan a Roma y tan ancestral como esta civilización, entrar con mal pie era sinónimo de desdicha y malos augurios para los romanos. Tanto que, si se levantaban de la cama con el pie izquierdo, volvían a acostarse para repetir el proceso con el derecho.

Los romanos también hacían predicciones con el vuelo de los pájaros. Te puedes imaginar qué significaba si el vuelo de las aves era hacia el lado izquierdo, ¡mal agüero!

La creencia ha llegado tan lejos que en latín izquierda se dice “sinester” y dio origen al adjetivo “siniestro”. Y ¡atención spoiler! si no has visto la película Sinester, ya te puedes imaginar cómo acaba…

En el siglo XIX, época de marineros, ningún pescador se atrevía a subir al barco por babor. Todos accedían por estribor, por el costado derecho, aun siendo mucho más incómodo para ellos.

Seas supersticioso o no, cruzar los dedos y tocar madera puede ser el mejor remedio casero para empezar el día con buen pie. Así que ya sabes, si vas a comprar un décimo de lotería, lo mejor es entrar a la tienda con el pie derecho y en día par, ¡por si las moscas!