Un mes de julio cualquiera. Llegan las promos y te acuerdas del flechazo que tuviste con aquellos increíbles zapatos. ¿Amor a primera vista? Es posible, pero sobre todo cuestión de química y es que comprar zapatos ¡¡libera dopamina!!

El deseo por hacerte con tus sandalias favoritas es un conjunto de reacciones químicas, casi como cruzarte con tu crush por la calle. El pulso se acelera, el tiempo se para por un instante y las pupilas nos delatan. Un escalofrío recorre tu piel. Suena a chiste, pero si te sientes así échale la culpa a la dopamina.

¿Y qué es la dopamina? Una hormona que segregamos en nuestro cuerpo. Seguro que has oído muchas veces que el cerebro regula nuestras emociones. Así es, ¡y también las multiplica! 

Comprar aquello que ansiamos libera dopamina y endorfinas, las mismas sustancias que se escapan cuando disfrutamos de otros vicios 😉

Entonces ¿qué diferencia hay con otros placeres de la vida? La clave está en la anticipación y la posible culpabilidad.

Seguro que te ha venido a la cabeza aquella vez en que compraste unos zapatos muy caros y te acabaste arrepintiendo. La pregunta del siglo: ¿necesidad o capricho? Al instante, la sensación de satisfacción y placer se puede hacer añicos.

Sale la nueva temporada de nuestra serie preferida. ¡Mucho hype! Y, a veces, alguna que otra decepción. Lo sabemos. Es como aquellas frases motivadoras que se repiten una y otra vez: “Disfruta del camino mientras llegas a la meta”.

Y sí, la dopamina se genera con anticipación, una especie de droga que te incita a las compras compulsivas y después, tan solo, se esfuma.

 

📍 ¿Sabías qué?

Hay algo más que reacciones químicas y neurociencia cuando hablamos de comprar unos zapatos.

Durante décadas y aún a día de hoy, los tacones se ven como un símbolo de poder, una imagen feminista y sexy de las mujeres que hemos visto repetidamente en pelis y revistas.

Marilyn Monroe dijo una vez: “Dale a una mujer los zapatos adecuados y conquistará el mundo”. Una regla no escrita y una cultura común. Quizá también eso hace que los zapatos sean algo tan anhelado por el género femenino.

Libera dopamina comprando esos taconazos que ansías (y necesitas) para elevar tu look y ¡conquistar el mundo!