Con la llegada del verano y las altas temperaturas, comienza una época especialmente delicada para nuestros pies. Prescindimos de medias y calcetines y sustituimos los zapatos o botas de invierno por un calzado más abierto, como las sandalias y los zapatos destalonados. Dejamos nuestros pies sin protección.

Además, hay otro factor añadido: Con la pandemia, el confinamiento y el teletrabajo, salimos menos de casa y los pies se han desacostumbrado al movimiento y a la exposición al aire, a la humedad y a la luz.

El Colegio Oficial de Podólogos de Castilla y León define los pies como “una obra maestra de arquitectura. Dotados de una capacidad de adaptación casi infinita, garantizan un equilibrio perfecto del cuerpo tanto cuando estamos parados como cuando estamos en movimiento”. Entonces, ¿por qué son los grandes olvidados?

Por este motivo, y especialmente en verano, tenemos que prestar mucha atención a nuestros pies y cuidarles diariamente.

A continuación, os dejamos estos 5 consejos para cuidar tus pies en verano:

  1. Es muy importante elegir un calzado adecuado, fabricado con material transpirable y flexible para que se adapte a la forma de nuestros pies y que nos resulte cómodo desde el primer momento que nos los probamos.
  2. Uno de los problemas más comunes en esta época son las rozaduras y las ampollas. En caso de producirse alguna rozadura, la tenemos que desinfectar y cubrir con un apósito.
  3. Si nos sale una ampolla, la debemos atravesar con una aguja fina, con mucho cuidado, para liberar el líquido, presionamos sobre ella, la desinfectamos y la cubrimos con un apósito.
  4. Los talones y otras zonas del pie se resecan, se vuelven blanquecinos y aparecen las durezas. Se aconseja lavarlos y secarlos muy bien y después aplicar cremas hidratantes específicas para el pie, mejor por las noches mientras dormimos. Las cremas especiales para pies contienen activos que penetran en profundidad.
  5. Corta correctamente tus uñas, siempre rectas y con forma cuadrada, así evitamos que se claven en los lados y nos cause dolor. Si nos pintamos las uñas, tenemos que retirar periódicamente el esmalte para dejar que la uña transpire y adquiera su color natural.
  6. Y por último y muy importante. La piel de nuestros pies también necesita protegerse del sol. Cuántas veces nos ha pasado que, tras un día de paseo con sandalias, de playa o de piscina, hemos vuelto con la parte de arriba del pie quemada por el sol. Lleva siempre el protector solar contigo y aplícatelo tantas veces como lo necesites.

Si, pese a cuidarte los pies a diario, los problemas persisten o se agravan, visita a un podólogo para evitar problemas mayores y sigue sus recomendaciones.

Por nuestra parte, en Zapatería Paparazzo hemos creado una colección especial denominada CONFORT, muy ligera, con la planta acolchada, pensada para pies delicados o para aquellos días que nos apetece dar largos paseos en sandalias.